Los egipcios adoraron al escarabajo como la manifestación terrenal del Sol en su nacimiento y le llamaron Jepri. Simbolizaba "venir a la existencia" es decir, existir. También se asocia con una vida larga y en este sentido, se vincula al difunto, a su capacidad de regeneración.
El hecho de que este coleóptero ponga los huevos en una masa de estiércol, allí se incuben y, aparentemente de forma espontánea (mediante una supuesta autocreación) surjan nuevos escarabajos, se puso en paralelo con el nacimiento del Sol y con un concepto de metamorfosis. Además, este insecto empuja la bola de excremento, hecho que se puso en relación con la idea de que era el insecto el responsable de arrastrar el disco solar hasta que se produjera el nacimiento del astro en la mañana.
El escarabajo fue una divinidad eminentemente masculina, pero de forma curiosa, hacia el 3.000 a.C también lo encontramos como representante de la diosa Neith. Sin embargo, en este caso no es el Ateuchus sacer el que se escogió para la diosa sino otro escarabajo de la familia de los elatéridos que podría ser el Agrypnus notodonta. Éste es posible que tenga que ver con la función creadora de Neith y con el hecho reflejado en los textos romanos de Esna, que recogen una tradición remota cuando recuerdan que esta diosa, aun siendo una entidad "femenina", se considera dos tercios masculina y un tercio femenina, siendo posible por ello que realice la actividad creadora en el comienzo de los tiempos.
La forma iconográfica de este animal, con fines funerarios, ha recibido, en la Glíptica, el nombre de escarabeo, mientras que cuando se reproduce una estilización del escarabajo, sin que tengan los detalles anatómicos del mismo, se denomina escaraboide pudiendo adoptar la forma de placa, pastilla, botón, etc.
Los primeros escarabeos de finales del Reino Antiguo, carecían de cualquier tipo de inscripción y no tenían connotaciones funerarias. En el Reino Medio empezaron a usarse con más asiduidad y durante el Reino Nuevo se conviertieron en un elemento imprescindible. Se graban en la base una serie de inscripciones y se emplean como sellos. Por otro lado, sabemos que durante el Reino Nuevo algunos se usaron para conmemorar actos reales importantes, como vehículo de propaganda regia, y que otros se integraron como parte, desde entonces, imprescindible en el ámbito funerario. El escarabajo, en este momento, es el símbolo del renacimiento.
Entre los escarabeos más importantes ya hemos aludido a los imprescindibles "escarabeos" de corazón, que se incluyeron en la momia a partir del Reino Medio como teórico sustituto del corazón. La idea era grabar en el dorso un texto mágico religioso, el Capítulo 30 del "Libro de los Muertos", por el cual se lograba que este órgano del cuerpo, sede de los actos en la tierra, no testificara en contra del difunto en el momento de ser pesado en la balanza, ya que en ella se determinaría si el fallecido era merecedor de una vida futura.
Otro tipo de escarabajo, el Steraspis squamosa, se representó desde el Reino Antiguo, sobre todo en piezas de joyería. Éste es el coleóptero que pende del collar de la reina Hetheferes, conservado en Boston. En opinión de Kritsky (1993) podría haber estado relacionado con Osiris, ya que estos animales se alimentan del tamarisco, y éste fue uno de los árboles en los que se entendió que quedó varado el cuerpo de Osiris cuando fue asesinado y lanzado al río por su hermano Seth. De este modo, el Steraspis squamosa podría simbolizar también el renacimiento.
El escarabajo Tenebrionido también fue representado. Estos insectos tiene la capacidad de esconder sus patas y envolverse en una especie de sudario cuando se siente amenazado, y permanecer en esta postura durante un tiempo. Su similitud con una momia pudo ser la causa de representación (Kritsky 1993). Un claro ejemplo de este insecto es un collar con colgantes en forma de Tenebrionido encontrado en Guiza, datable a finales de la Dinastía IV o comienzos de la V que hoy se encuentra en el Museo de El Cairo (JE 72334).
Finalmente, el escarabajo rinoceronte o Orycter nasicornis se encuentra entre los objetos que nos ha legado del Antiguo Egipto. De este modo un pequeño sarcófago de bronce que hoy se encuentra en el Museo del Louvre (E 3957) muestra a uno de estos animales. Es de Época Ptolemaica y tiene una inscripción que lo relaciona con Ra.
El éxito iconográfico de este amuleto, así como de otros talismanes egipcios (Nefertum, Bes, etc) transcendió el ámbito nilótico, expandiéndose su uso por el Mediterráneo semítico (fenicios, cartagineses) y prerromano (etruscos, íberos), llegando a confines lejanos (desde el Sudán meroítico a los Balcanes -Adiguea).
Extracto de Egipto: signos y símbolos de lo sagrado -Entradas letra E, Elisa Castel
Si llevas un escarabeo cerca del corazón, éste no te traicionará...
Collar-pectoral con escarabeo de cerámica, cuentas de cristal checo y cinta de raso |
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