Día del Trabajo

En las horas previas a que se conmemore el Día del Trabajo, quiero hacer una reflexión en voz alta (o más bien en "post público”).

Si eres una de esas personas que se dedica a la artesanía o tienes cerca de ti a un/a bichejo/a de esta especie, sabrás las horas de TRABAJO que hay detrás de cada pieza que elaboramos. Si no es tu caso, no sé si alguna vez lo has pensado pero, por no extenderme, te diré que desde que surge la idea o el encargo hasta que éste se entrega, dedicamos un tiempo considerable en pensar qué podríamos hacer; comprar los materiales; elaborar la pieza y finalmente entregártela.

Bueno, finalmente, no, porque con este maravilloso invento que son las redes sociales, estamos permanentemente compartiendo contigo aquello que hacemos, acompañándote e intentando sorprenderte cada día. Y eso, en la mayoría de los casos, es ya un “trabajo” en sí. Algo, que por cierto, me encanta.

Mis aperos de trabajo

A veces no es un trabajo bien entendido. A veces, hay quien no considera esto de la ARTESANÍA un trabajo.

Y ese tipo de comentarios a veces nos desaniman, otras nos enfurecen. Pero a lo mejor tengo que darles la razón a aquellos que los hacen. Porque en muchos  casos, no trabajamos por la retribución económica (aunque me gustaría poder comer de esto). Trabajamos por AMOR.  Amor por crear; amor por compartir tus sueños e ideas; amor por ver la carita que pones cuando ves el trabajo finalizado; amor por hacerte feliz aunque sea por un ratito (el día que te pones esa pulsera que tiene un significado especial para ti o cada vez que miras esa placa de cerámica y un montón de buenos recuerdos vienen a tu cabeza); amor por sorprenderte, emocionarte o simplemente sacarte una sonrisa cuando miras el facebook, el twitter o te das una vuelta por el blog y lees o escuchas aquello que precisamente hoy necesitabas. Y voy a dejarlo aquí que no quiero ponerme muy ñoña.

Y todas esas cosas, valen más que todo el dinero del mundo. Ojalá te sientas igual de bien recompensad@  en tu trabajo como yo haciendo esto que hago.  Y si no es tu caso, busca esos pequeños motivos que puedan engrandecerlo.

Por supuesto, mi último pensamiento es para ti, que te encuentras sin trabajo. Sé cómo te sientes. Por eso me cuesta más encontrar las palabras. Desde el respeto y el cariño sólo decirte, ¡FUERZA Y LUCHA!

A ti, a todos, ¡GRACIAS por formar parte de tpyd!