Un aire cálido alrededor, la fresca hierba bajo los pies, el canto continuo de los grillos, y arriba el techo más hermoso del mundo, coronado por tres hermosos luceros formando un triángulo entre el firmamento. La lejana Deneb que vuela en la cola del Cisne y nos recuerda que por muy lejos que estén las cosa que amamos siempre podremos verlas si miramos con suficiente intensidad al cielo. Altair junto al Águila vigila el ir y devenir de los astros por la Vía Láctea. Y por último Vega, que como un diamante en su Lira nos toca hermosas canciones sobre leyendas hoy perdidas, aprendidas hace miles de años cuando ella ocupaba el norte que todos seguimos en la oscuridad. Un triángulo mágico que corona todas las noches del verano.
De una conversación entre blogueros surge esta colaboración. Paco nos ofrece su particular visión sobre este asterismo estival, el triángulo de verano. ¡Gracias!
Y tú ¿te animas a colaborar?
Pulsera de cuero con entrepiezas y cierre imantado de zamak |
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