Marcapáginas con cola de ratón y entrepiezas de zamak y metálicas |
JACINTO (Hyacinthus orientalis). En el libro Secreti di Don Alessio Piemontesen (siglo XVII) se informa que el jugo de la raíz del Jacinto impide el desarrollo piloso, hace retrasar la pubertad y cura los tumores de los testículos. Dice Putz que, para obtener jacintos en invierno, desde septiembre a noviembre se llenan de agua unas botellas que deberían ser proporcionadas al tamaño de los bulbos de la planta. Estos bulbos se colocan de modo que la corona, o sea el punto por donde salen las raíces, toque al nivel del agua, la que se renovará cada veinte días, y echándola un poco de sal de amoníaco para que no se corrompa. Este cultivo ofrece un agradable entretenimiento, pues los jacintos, ostentando la belleza de sus flores durante el invierno, cuando no existen en los jardines, constituyen una agradable sorpresa en quienes ignoran la manera de obtenerlos, y cuyo cultivo se reduce a los dicho y a darles luz y aire de vez en cuando.
Botánica oculta o el falso Paracelso, Juan Perucho