"Como el Principito hemos soñado huir de nuestro planeta, atando bandadas de pájaros a nuestras manos, en busca de otro lugar en el que empezar un nuevo viaje. Pero cuando la mentira se convierte en cotidiano y el miedo a la soledad nos inmoviliza, decidimos cortar las cuerdas que nos atan a aquellas bandadas, y entonces caemos sin remedio a nuestra rutina de abrazos, citas y peleas. A lo lejos divisamos otros paisajes, intuimos que la vida está allí, que el hecho de estar vivo siempre exige algo, que quizás...
Pero como tantas veces nos ponemos a salvo, arrastramos nuestras cadenas de sueños y somos el fantasma de siempre, con una sonrisa de látex pegada con imperdible al rostro.
Sólo por esta vez dime una verdad, que ya mentimos a diario."
Introducción a Un muerto encierras, Ismael Serrano