lunes, 23 de julio de 2012

Ligero como el viento, potente como una droga

La quiastolita es una piedra intensamente protectora. Antiguamente se utilizaba para rechazar malos deseos y maldiciones. Tiene la propiedad de transmutar la dimensión en armonía. Es una piedra creativa con el poder de disipar los pensamientos y sentimientos negativos. Transmuta el conflicto en armonia y favorece el cambio y la resolución de problemas.

La quiastolita es una puerta abierta a los misterios, y facilita los viajes fuera del cuerpo. Permite explorar y comprender la inmortalidad. Vinculada con la muerte y el renacimiento, ayuda a quienes están haciendo la transición al Más Allá. Esta piedra puede solucionar la solución a sucesos misteriosos.

Psicológicamente, la quiastolita disuelve las ilusiones y calma los miedos, permitiéndote afrontar la realidad, y es particularmente útil para superar el miedo a la locura. Permite la transición entre una situación y otra, sobretodo a nivel psicológico, y libera los viejos patrones y condicionamientos.

Mentalmente la quiastolita potencia el proceso de resolución de problemas fortaleciendo las capacidades analíticas. Emocionalmente, limpia los sentimientos de culpabilidad y estabiliza las emociones, también mantiene la vibración espiritual durante la enfermedad o trauma, invocando fuerzas protectoras. Ayuda a sintonizarse con el propósito del alma.


HALL, JUDY, La biblia de los cristales. Guía definitiva de los cristales, Gaia Ediciones, 2005.


La quiastolita -del griego jiastos (dispuesto en cruz)- o Piedra de Santiago, es comúnmente considerada una variedad de la andalucita que presenta inclusiones carbonosas orientadas regularmente en forma de cruz.


Collar de cordón de algodón encerado y cierre de zamak imantado con quiastolita

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