lunes, 18 de mayo de 2015

"Adioses"




Hay muchas formas
de despedirse
dando la mano

dando la espalda
nombrando fechas
con voz de olvido
pensando en nunca
moviendo un ramo
ya deshojado

por suerte a veces
queda un abrazo
dos utopías
medio consuelo
una confianza
que sobrevive
y entonces triste
el adiós dice
que ojalá vuelvas.


Adioses, En defensa propia. Mario Benedetti


Por suerte, nos quedan tus poemas...

miércoles, 13 de mayo de 2015

Pulseras "Laberinto de Chartres"

"En las fuentes históricas, al laberinto de la catedral de Chartres se le denomina «El Camino de Jerusalén» porque el acto de recorrer el laberinto de rodillas, recitando el Miserere, se consideraba una penitencia que otorgaba tantas indulgencias como la peregrinación a Tierra Santa. El tiempo invertido en esta penitencia era aproximadamente de una hora, justo lo que se tarda en caminar una legua (unos 5 km), que fue la distancia que recorrió Jesucristo con la cruz a cuestas hasta el Monte Calvario, por lo que el laberinto de Chartres también fue conocido popularmente como «La Legua». El laberinto era así una especie de camino de fe, lleno de obstáculos y sufrimiento, desde la condición de mortal hasta la llegada a la Jerusalén Celeste, el Paraíso descrito en el Apocalipsis. Lo cierto es que, en muchos aspectos el hombre medieval entendía su vida como una larga peregrinación."

viernes, 8 de mayo de 2015

F






Somos iguales, tienes 
la exacta fortaleza 
que me hace en parte débil. 

Sigue siendo difícil 
en la casa terrena desnudarse. 

¿Trascender? Eso intentan los solemnes, 
como si dominasen el misterio 
de habitar hasta el fondo este lugar 
sin cederle terreno a las alturas. 


Si te toco, artesana, 
¿querrás estar aquí enteramente? 


Durando en lo fugaz, 
así transcurriría nuestra entrega. 

Desconociendo cómo, 
así nos buscaríamos. 

Iguales en la duda. Enamorados 
de la fragilidad de estas paredes.


Casa fugaz, Andrés Neuman


lunes, 4 de mayo de 2015

Mi rosa



"Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo. 

Y las rosas estaban muy incómodas. 

- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa."

Capítulo 21, El principito, Antoine de Saint- Exupéry

Si te gusta El Principito, paséate por "El principito" y "Ataremos bandadas de gorriones a nuestras muñecas".